-¿Y cómo sabe todo eso?- me preguntó y yo sonreí contra su boca.
-Así- dije simplemente finalmente uniendo mis labios con los de ella y besándola como venía deseando desde que mis ojos se posaron sobre su figura. Un beso que explotó todos mis sentidos, un beso con sabor a perfección viniendo de los labios de la mujer que ante mis ojos era la definición de belleza perfecta.