En 1954, el personal de aduanas del aeropuerto de Haneda en Tokio, Japón, se encontró con una situación realmente extraña. Un hombre que intentaba pasar afirmó ser de una nación que no existía en ese momento: Taured. Pero su pasaporte decía que era ciudadano y estaba lleno de sellos de apariencia legítima. Pensaron que podría querer decir que era de Andorra, basándose en una conversación con él sobre su ubicación. Pero se enojó e insistió en que Taured era real.
No solo eso, sino que dijo que había existido durante 1.000 años. El conflicto resultó en su arresto. Pero al día siguiente, se fue, con todos sus documentos. ¿Era una especie de viajero en el tiempo, perdido en nuestro mundo?🧐
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