Madrugadas vacías No debieran llamarse madrugadas Si carecen de sueños y argamasas Que compacten vigilias al descuido De vivir como viven los que ríen De llorar como lloran los felices
Injusticias que violan madrugadas Madrugadas inertes, impasibles Madrugadas con calma de asesinos Madrugadas que matan en silencio Y nunca son juzgadas No son, nunca
Delinque oscura sombra Gime el llanto, gime mudo el insomnio Y a la hora del juicio En madrugada, aparece la aurora Los culpables se esconden Hasta el calor de nuevas madrugadas.