Rupturas
Madrugadas vacías
No debieran llamarse madrugadas
Si carecen de sueños y argamasas
Que compacten vigilias al descuido
De vivir como viven los que ríen
De llorar como lloran los felices
Injusticias que violan madrugadas
Madrugadas inertes, impasibles
Madrugadas con calma de asesinos
Madrugadas que matan en silencio
Y nunca son juzgadas
No son, nunca
Delinque oscura sombra
Gime el llanto, gime mudo el insomnio
Y a la hora del juicio
En madrugada, aparece la aurora
Los culpables se esconden
Hasta el calor de nuevas madrugadas.
Madrugadas vacías
No debieran llamarse madrugadas
Si carecen de sueños y argamasas
Que compacten vigilias al descuido
De vivir como viven los que ríen
De llorar como lloran los felices
Injusticias que violan madrugadas
Madrugadas inertes, impasibles
Madrugadas con calma de asesinos
Madrugadas que matan en silencio
Y nunca son juzgadas
No son, nunca
Delinque oscura sombra
Gime el llanto, gime mudo el insomnio
Y a la hora del juicio
En madrugada, aparece la aurora
Los culpables se esconden
Hasta el calor de nuevas madrugadas.
Felicidad del triste
Es demasiado fácil ser el triste
Que se ase a sus penas
Al danzar de un bolígrafo.
Pero a veces el triste sonríe
Y no sabe exprimir
Su sonrisa en papeles
A veces cae la lluvia
Sobre el petróleo frío derramado en las calles
Coloquio de colores que pronuncia el asfalto
No es infeliz el triste
Porque a veces sonríe
Tal vez de eso se trata el ser felices
Dientes genuinos tras estirados labios
Pedacitos de arte
De aliento las palabras sin contesta posible
¿Adónde mira el triste
Sino a libres retazos de abstracciones?
Su pequeño nutriente, su único alimento
Feliz se marcha el triste
Orgullo de sus lágrimas,
fiel guardián de sus muertes
Felicidad son los menudos cráteres
De una esfera perfecta...
Es demasiado fácil ser el triste
Que se ase a sus penas
Al danzar de un bolígrafo.
Pero a veces el triste sonríe
Y no sabe exprimir
Su sonrisa en papeles
A veces cae la lluvia
Sobre el petróleo frío derramado en las calles
Coloquio de colores que pronuncia el asfalto
No es infeliz el triste
Porque a veces sonríe
Tal vez de eso se trata el ser felices
Dientes genuinos tras estirados labios
Pedacitos de arte
De aliento las palabras sin contesta posible
¿Adónde mira el triste
Sino a libres retazos de abstracciones?
Su pequeño nutriente, su único alimento
Feliz se marcha el triste
Orgullo de sus lágrimas,
fiel guardián de sus muertes
Felicidad son los menudos cráteres
De una esfera perfecta...
Agujeros negros
Una sonrisa parece un agujero negro...
La única motivación
Para los enfermos del alma
Es la violenta burla
Hacia sus propios infortunios
¡Éxitos miserables!
Cualquier alimento sabe a aguas albañales
Un espíritu muerto (o moribundo)
No conoce de estímulos
O quizá el mundo es banal en demasía
Para inervar sus tejidos polvorientos y tibios
Una sonrisa es un agujero negro...
No hay alicientes válidos
Ni enfermedad, ni cura
Ni ludibrio que rompa la madera del féretro
No padece quien vaga
Pedregosas veredas de una vida al descuido
No ha de nutrirse el fuego
Si no hay más que esperanzas
Húmedas y cansadas
No existe el mundo
Si no late, si no siente, si no está...
Una sonrisa parece un agujero negro...
La única motivación
Para los enfermos del alma
Es la violenta burla
Hacia sus propios infortunios
¡Éxitos miserables!
Cualquier alimento sabe a aguas albañales
Un espíritu muerto (o moribundo)
No conoce de estímulos
O quizá el mundo es banal en demasía
Para inervar sus tejidos polvorientos y tibios
Una sonrisa es un agujero negro...
No hay alicientes válidos
Ni enfermedad, ni cura
Ni ludibrio que rompa la madera del féretro
No padece quien vaga
Pedregosas veredas de una vida al descuido
No ha de nutrirse el fuego
Si no hay más que esperanzas
Húmedas y cansadas
No existe el mundo
Si no late, si no siente, si no está...
Mitad
Asfixia en el acto deplorable
De compactar mitades demasiado lejanas
¿Y el pensamiento?
Mitad aquí, mitad allá
Demasiado cercano, mas difusos los huesos
Depósito exquisito de amargura
Lleno hasta la mitad, mitad vacío
La hiel es una pieza decorada
Mitad sonrisas
por propia volición encarceladas
Mitad veneno... libre, rapaz, violento
Sonrisas hijas de hijas del maltrato
Veneno hambriento de cándidos dolores
Asfixia justa
Mitad de las mitades con aire suficiente
Mitad desfile cadavérico
Mitad respira de la mitad oxigenada
Mitad se taponea las vías respiratorias
Desesperada, moribunda
Mitad ansía vivir de las mitades que respiran
Mitad respira por inercia
Mitad puede vivir de la mitad que quiere
Mitad existe
¡Deslumbrante existencia sin sazones!
Mitad de la mitad que vivir puede
escucha al mundo
Mitad lo grita y lo silencia
Mitad inquieta, mitad calma
Mitad cambio y mitad permanencia
Uno, dos, no hay tres ni cuatro
Mitades de mitades
Cual corazones rotos
Chatarras...
Decepcionante búsqueda
De júbilos inexistentes.
Asfixia en el acto deplorable
De compactar mitades demasiado lejanas
¿Y el pensamiento?
Mitad aquí, mitad allá
Demasiado cercano, mas difusos los huesos
Depósito exquisito de amargura
Lleno hasta la mitad, mitad vacío
La hiel es una pieza decorada
Mitad sonrisas
por propia volición encarceladas
Mitad veneno... libre, rapaz, violento
Sonrisas hijas de hijas del maltrato
Veneno hambriento de cándidos dolores
Asfixia justa
Mitad de las mitades con aire suficiente
Mitad desfile cadavérico
Mitad respira de la mitad oxigenada
Mitad se taponea las vías respiratorias
Desesperada, moribunda
Mitad ansía vivir de las mitades que respiran
Mitad respira por inercia
Mitad puede vivir de la mitad que quiere
Mitad existe
¡Deslumbrante existencia sin sazones!
Mitad de la mitad que vivir puede
escucha al mundo
Mitad lo grita y lo silencia
Mitad inquieta, mitad calma
Mitad cambio y mitad permanencia
Uno, dos, no hay tres ni cuatro
Mitades de mitades
Cual corazones rotos
Chatarras...
Decepcionante búsqueda
De júbilos inexistentes.
¿Y qué es buscar pedazos sino la forma más vil de romperse en pedazos?
Insomnio fúnebre
La muerte se asoma de tantas formas
La muerte me lleva de tantas formas
Y aun insiste en dejarme con vida...
Qué tontería asociar
La muerte con el descanso eterno
No puede ser la muerte más
Que el tormento de vivir
Sin sentido ni rumbo
La muerte es el insomnio
Es el sismo del sueño
La muerte son los huesos
De insípidos pecados
La muerte es la vida a la deriva
El amor a la vida a la deriva
La resignación a vivir a la deriva
La inconformidad de vivir a la deriva
La muerte es el sabor amargo
De mis noches...
La muerte se asoma de tantas formas
La muerte me lleva de tantas formas
Y aun insiste en dejarme con vida...
Qué tontería asociar
La muerte con el descanso eterno
No puede ser la muerte más
Que el tormento de vivir
Sin sentido ni rumbo
La muerte es el insomnio
Es el sismo del sueño
La muerte son los huesos
De insípidos pecados
La muerte es la vida a la deriva
El amor a la vida a la deriva
La resignación a vivir a la deriva
La inconformidad de vivir a la deriva
La muerte es el sabor amargo
De mis noches...
Le apodan fortuna
Miro al espejo
y veo a una persona que siente
¡Qué desgracia!
Miro al espejo
y veo a una persona que siente
¡Qué desgracia!
CONCOMITANCIA VERBAL
Húmedo cruce de palabras
Cual pompa de jabón que se hincha por segundo
Húmedo por filosas lágrimas
O por lujuria fraccionada
Aroma carcelario,
aroma de cadalso en desespero
Harapiento perfume de insistente penuria
Hedores de la piel más deliciosa entre mil mundos
Ojos clavados en la pantalla perniciosa
Desgarrando las letras que desearía leer
Que a la vez son las mismas
Que arañan y alimentan mi palpitante tósigo
Una gota, otra y otra
Sazonarían manjares
Desazonan los sitios interiores
Del trozo medio hueco que bombea sangre todavía
Gimo, me muerdo, mastico el llanto
Pero no lloro más
O sí, lloro, ¡lloro!, ¡lloro!
Como vómito post-ebriedad del último aliciente
De vivir...
Húmedo cruce de palabras
Cual pompa de jabón que se hincha por segundo
Húmedo por filosas lágrimas
O por lujuria fraccionada
Aroma carcelario,
aroma de cadalso en desespero
Harapiento perfume de insistente penuria
Hedores de la piel más deliciosa entre mil mundos
Ojos clavados en la pantalla perniciosa
Desgarrando las letras que desearía leer
Que a la vez son las mismas
Que arañan y alimentan mi palpitante tósigo
Una gota, otra y otra
Sazonarían manjares
Desazonan los sitios interiores
Del trozo medio hueco que bombea sangre todavía
Gimo, me muerdo, mastico el llanto
Pero no lloro más
O sí, lloro, ¡lloro!, ¡lloro!
Como vómito post-ebriedad del último aliciente
De vivir...
FIDELIDADES
De vez en vez se vuelve el cuerpo
¡Eso!
Solo un trozo de carne
Solo unos cuantos huesos
Solo piel...
Humedades, lujurias, oscuros ventanales
De vez en vez se vuelve el hombre
Puro instinto animal
Medianamente racional
Ropa rasgada, lengua, manos, sexo
Máquina de procrear que no procrea
Mirada cínica...
Vacío,
Orgasmo
Orgasmo vacío
De vez en vez el corazón es fiel
El corazón es demasiado fiel
El corazón ardiente
Se mete en el congelador
Para dejar hacer al cuerpo
Y para dejar ser la piel que es solo piel
De vez en vez se vuelve el cuerpo
¡Eso!
Solo temperaturas elevadas
Agresivas caderas, fluidos mezclados...
Insuficiencia cardíaca
Nieve en el fuego, fuego en la nieve
De vez en vez se vuelve el hombre
Un imbécil, "como dios manda"
Pero el hombre es fiel
Mientras el cuerpo sea préstamo
No entrega
Mientras dentro del pecho exista ausencia
Ausencia que es presencia
De lo que en la piel se ausenta
Presencia que no, nunca, jamás desaparece
Retorna el corazón a su aposento
Se viste el hombre
El corazón arde de nuevo
Se vuelve frío el cuerpo
Los pies del hombre recobran rumbo infausto
Peregrinaje de abismos
De vez en vez
Se acusa al hombre de infidelidades
Que no, nunca comete.
De vez en vez se vuelve el cuerpo
¡Eso!
Solo un trozo de carne
Solo unos cuantos huesos
Solo piel...
Humedades, lujurias, oscuros ventanales
De vez en vez se vuelve el hombre
Puro instinto animal
Medianamente racional
Ropa rasgada, lengua, manos, sexo
Máquina de procrear que no procrea
Mirada cínica...
Vacío,
Orgasmo
Orgasmo vacío
De vez en vez el corazón es fiel
El corazón es demasiado fiel
El corazón ardiente
Se mete en el congelador
Para dejar hacer al cuerpo
Y para dejar ser la piel que es solo piel
De vez en vez se vuelve el cuerpo
¡Eso!
Solo temperaturas elevadas
Agresivas caderas, fluidos mezclados...
Insuficiencia cardíaca
Nieve en el fuego, fuego en la nieve
De vez en vez se vuelve el hombre
Un imbécil, "como dios manda"
Pero el hombre es fiel
Mientras el cuerpo sea préstamo
No entrega
Mientras dentro del pecho exista ausencia
Ausencia que es presencia
De lo que en la piel se ausenta
Presencia que no, nunca, jamás desaparece
Retorna el corazón a su aposento
Se viste el hombre
El corazón arde de nuevo
Se vuelve frío el cuerpo
Los pies del hombre recobran rumbo infausto
Peregrinaje de abismos
De vez en vez
Se acusa al hombre de infidelidades
Que no, nunca comete.
Los ires sin venires
Se abre frente a mí
Un libro inmenso
Un libro grueso de aire aciago
Un libro de luceros deslumbrantes
En un cielo de ires sin venires
O muy pocos venires
O muy pocos luceros
En prolongados párrafos
Se rasgan frente a mí
Las páginas finales de aquel libro
Cual si no lo debiese leer tan pronto
Cual si de algo sirviera tal suspenso
Cual si las letras decidieran
Vivir a solas, en paz, sin la mirada mía
Cual si aquel libro fuera... otro ir sin venir
Las hojas de aquel libro, frente a mí
Vuelan enérgicas al son del viento
La tinta de las letras se hace un charco
Tinta muy roja, tinta muy sangre
El alma de aquel libro me mordisquea el cuello
Rompo el espejo en su portada
Son siete nuevos ires sin venires
Solo una hoja frente a mí
Y de la tinta un charco
Me mira el libro, terso el rostro
Le temo al libro de tantos ires sin venires
Y a sus últimas páginas ocultas
Y temo descubrirme frente al libro
Mientras las letras mías se mecen en sus textos.
Se abre frente a mí
Un libro inmenso
Un libro grueso de aire aciago
Un libro de luceros deslumbrantes
En un cielo de ires sin venires
O muy pocos venires
O muy pocos luceros
En prolongados párrafos
Se rasgan frente a mí
Las páginas finales de aquel libro
Cual si no lo debiese leer tan pronto
Cual si de algo sirviera tal suspenso
Cual si las letras decidieran
Vivir a solas, en paz, sin la mirada mía
Cual si aquel libro fuera... otro ir sin venir
Las hojas de aquel libro, frente a mí
Vuelan enérgicas al son del viento
La tinta de las letras se hace un charco
Tinta muy roja, tinta muy sangre
El alma de aquel libro me mordisquea el cuello
Rompo el espejo en su portada
Son siete nuevos ires sin venires
Solo una hoja frente a mí
Y de la tinta un charco
Me mira el libro, terso el rostro
Le temo al libro de tantos ires sin venires
Y a sus últimas páginas ocultas
Y temo descubrirme frente al libro
Mientras las letras mías se mecen en sus textos.